Hincha
A mi no me gusta el fútbol. Y será porque nunca lo jugué de chico. A los seis años me hicieron una traqueotomía. Fui el único de tres chicos en sobrevivir la operación en esa época. La doctora le dijo a mi madre que debería encontrar algo para distraerme, para no quedar con algún trauma de la operación. En esa época no se tenía la psicología como la tenemos hoy, pero vos ves que aún así se piloteaban los doctores.
Mi madre le hizo caso. Un año hice clases de arte, al siguiente de teatro, al siguiente de danza. Mientras los otros chicos se rascaban la panza o iban a jugar a la pelota, yo corría para no llegar tarde a algún ensayo.
Y claro, a los 17 me casé y hasta ahí nomás llegó todo. Pero ese comienzo me marcó. Veía los mundiales, claro, pero sólo para estar informado.
Yo soy de Boca. Toda mi vida he sido de Boca, es por elegir un equipo. Sabés que la primera vez que fui al estadio de Boca, la Bombonera, fue el año pasado, porque me llevó mi hijo.
Él siente el fútbol en el alma. De chiquito decía "yo soy hincha de Boca y peronista". Las tenía bien claras, él.
Y pasa el tiempo y uno tiene que despedir a los hijos. Tengo dos hijas, una de 26 y otra de 30, y ya decidieron ir a hacer vida solas. Uno nunca sabe, de pronto el chico también se nos va dentro de poco. Pero vos sabés como es la cosa: los hijos no son de uno, son de la vida.
Y llegamos, Viamonte con 9 de Julio. Seis con veinte. Tenés sencillo?
Paul Blackburn
1 Comments:
acaso esto fue una historia que te comentó un taxista en Argentina??? Buen relato, pero como que no lo entendí al final... :-p
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