Segunda Caravana De Protesta Por Un Tag Justo

La semana pasada, un sábado, unos 4000 motociclistas se dieron cita para protestar por el cobro abusivo de las autopistas urbanas, entre otras cosas. El tema no quedó ahí: durante la semana, grupos pequeños de entre 20 y 30 motos se encargaron de hacer marchas lentas por todas las autopistas urbanas de Santiago a la hora del taco, en la mañana y en la noche. El jueves en la noche, en Américo Vespucio Norte:



Por parte de las concesionarias y el gobierno no hubo avance. Se convocó a otra marcha masiva, esta vez un viernes en la noche, a la hora del taco, en el comienzo de un fin de semana largo.

Nos reunimos en el mismo lugar que la vez pasada. Me encontré con Nazareo, el hombre que compró mi XR 125 L. Ha caído en el rol de organizador y coordinador del movimiento de protesta de los motocilcistas, junto con otros.



Al momento de partir, el aire se volvió casi irrespirable.





Pasaron varios minutos sin incidentes, hasta que de pronto nos detuvimos. Me adelanté para averiguar qué había pasado. El conductor de un auto rojo y un motociclista estaban conversando con un carabinero. Pero por qué nos habíamos detenido? Esto no debía pasar. Si alguien se quedaba atrás, atrás se quedó: la marcha debía continuar. En vez de eso, pareciera ser que un club se encargó de hacer que todos esperaran. Delante de la columna cortada, un Carabinero en moto, atravezado. Fue realmente el club el que decidió cortar la caravana?



Después de una larga espera, seguimos.





Ahí estaba Chico. Lo recordarán de la ida a Lagunillas.

También me encontré con el mismo motociclista de la Autopista que nos acompañó la noche anterior. Para él, otro día más de trabajo. Comentó que les encontraba razón a las demandas de un cambio del diseño de las barreras de contención, para que no rebanen a los motociclistas. Ha visto tantos accidentes de motos (con pésimo final) que el andar en esa moto, para él, no es ningún gusto, ninguna entretención.



La mayoría de los paneles entregaban información de manera objetiva y al punto, pero una de las autopistas decidió anunciar "tráfico lento por culpa de motociclistas". Bastante profesional, no creen?



Al pasar por los pórticos, se daban los tradicionales dedos al aire, agarrones de paquete y demases.



Polo y pareja.



DanielR.



Al día siguiente, Nazareo me dijo que habían llegado dos tipos en motos enduro a uno de los jeep que lideraba la caravana. "Paren, tiene que parar!". No daban explicación, simplemente estaban exaltados. Nazareo se les acercó, y dijo que ya se había dado cuenta que eran policías de civil. Con esto, se fueron, y no aparecieron más. En los foros esto se ha comentado bastante. Se postula que este tipo de medidas de infiltración no se realizan sin autorización de muy arriba, del gobierno, lo que dejaría en claro que no existe, en realidad, voluntad por resolver la situación.

Me adelanté un poco para filmar la caravana entera. Primera parte.



Segunda parte.

Otro momento de detención total en la ruta.

A estas alturas ya habían tres grupos, porque la caravana se había cortado en dos partes. Por una parte, lástima que la gente no respetó las indicaciones de los organizadores. Por otra, tres grupos hacen más taco que uno solo.



Al día siguiente nos enteramos de un imbécil que intentó levantar rueda en medio de la caravana. Cayó sobre otra moto, ambos con lesiones. Como dijo el padre del afectado en el foro motonet, hay gente que no tiene más que caca en la cabeza.

Esta fue la última detención total. A estas alturas, por todas las vueltas que dimos, estaba completa y absolutamente desorientado. No tenía idea dónde estaba, ni en qué dirección estaba mirando.



A estre trébol le dimos una vuelta entera creo, por las cuatro vías de acceso.

Esta moto la he visto en varias partes. La primera fue en la caravana del evento de Motonet el año pasado.

Hacia el final de la noche, la idea era llegar a Mersán, un enorme recinto que (al parecer) sirve de puerto terrestre, bodegas y pista de piques y drifting de autos. La caravana ya estaba fraccionada, y los que lideraban nuestro segmento pasaron de largo, estaban completamente perdidos. Seguí a DDP.



Y eventualmente llegamos a Mersán. No más de 150 motos, en el espacio entre dos enormes y largas bodegas industriales, estacionadas en tres filas espaciadas, un puesto móvil de completos, un escenario con sistema de altoparlantes y sería todo. Qué lugar de aspecto más deprimente. Hice cola durante un buen rato para comprar un completo, y por mientras, algunos hacían piques, pelaban sus forros o hacían piruetas. Incluso hubo uno en una moto de velocidad de 400 que comenzó a hacer un burnout al centro de un círculo de bencina encendida. Lo siento, demasiado chulo para mi gusto. Comí mi completo, y me fui a casa.