Tuesday, October 20, 2009

Retrospectiva Fotográfica 2008

La primera retrospectiva fotográfica de El Cantar de la Lluvia la hice unos días antes del cierre del 2006. La segunda retrospectiva la terminé en Abril. Esta será publicada en Octubre. Al parecer, pronto me sacaré a mi mismo una vuelta, y estaré publicando retrospectivas con dos años de desfase. Pero ustedes, queridos lectores, me lo aguantan, no?


* * *

e.l..c.a.n.t.a.r..d.e..l.a..l.l.u.v.i.a
.
el tercer año en fotos


Capítulo Primero: La Moto Gringa

Había vuelto hace poco de Chile, era la mitad de Enero, la primavera estaba a la vuelta (o por lo menos eso creía) y era hora de conseguir una moto. No un vehículo, no un auto: una moto.

Contacté al autor de un aviso en Craigslist. El aviso no estaba muy bien escrito, la foto era enana, pero dentro de todo se veía como una oportunidad interesante.

Fui a ver la moto a Española, un pueblo que queda al norte de Santa Fé, unas dos horas en total desde Albuquerque. Las direcciones que nos dio nos llevaron por un camino de tierra que se alejaba de la carretera principal. Por aquí y por allá, separados por cientos de metros, habían casas simples, algunas con algo de chatarra afuera, descansando sobre la amarilla tierra yerma del invierno nortino. Así es New Mexico en general. El dueño de la moto era la excepción: tenía una casa enorme, con dos garajes separados. En el primer garaje tenía una cuatrimoto, un dune buggy y la XR650L que tenía a la venta. En el segundo, mucho más grande, un auto deportivo, una KLX250, una tricimoto gigante casera con motor enorme y mucho cromo por todas partes y creo que otro vehículo más. Ah, y la Harley la guardo en mi living, para que esté segura, añadió.

Miré la moto por todas partes, apliqué todo lo que había logrado aprender en los pocos años que llevo en lo de las motos. La vi en excelente estado, y luego de una vuelta de prueba, me la llevé. Estaba preocupado por el proceso de venta, que consiste en firmar el padrón de la moto. No estaba a su nombre, sino que se la había comprado a un amigo y nunca habían hecho el traspaso.

Quizás este detalle pasaría sin más problemas, pero ciertamente daba para pensar, especialmente considerando que Española es la capital de la heroína de los Estados Unidos. En fin; la moto era mía y desde ese día he pasado por todas las pruebas de su legitimidad: saqué y renové el registro, y un policía que me hizo parar pasó el número de la patente por el sistema. Ya que no me tiró al suelo para esposarme, no creo que suceda en el futuro.

Y ahí estaba la moto: una XR650L del '99. Felizmente, el vendedor incluyó un estanque IMS de 4 galones, un set de neumáticos duales con poco uso y una bolsita para herramientas (pero sin herramientas). Además incluyó el tubo de escape de fábrica, ya que traía puesto un Supertrapp.



Con el tiempo fui dejando la moto a mi gusto: le puse soportes laterales para alforjas, termómetro de aceite, protectores Acerbis, le hice modificaciones al carburador, cambié el filtro de aire por uno de espuma y le coloqué un cubrecarter de XR650R. Los días seguían fríos, no tenía herramientas ni jaba cervecera para subir la moto. De verdad me sentía en pelotas. Pero tenía moto, tenía vehículo al fin.

Ese semestre tomé mi primer ramo de óptica en la U. Estaba harto de la teoría, y quería darle un intento serio a lo experimental.



Hice mis primeros paseos. Estaba mal equipado: no tenía bototos, apenas rodilleras y guantes nuevos. Los guantes tenían varios puntos de presión y fricción, y no era grato usarlos. Tardaron bastante en suavizarse un poco.



Por ahí escuché algo del San Lorenzo Canyon, y decidí investigar.



También di mis primeras vueltas por el noreste, hacia las Jémez, donde tarde o temprano terminaría pasando el verano.



Descubrí que al noroeste de Albuquerque se termina lo plano, al borde de la comunidad de Río Rancho: una caída abrupta, de unas decenas de metros de alto, da paso a una planicie arenosa, supongo que será un antiguo lecho fluvial.



Por esos días me hablaron de Cabezón Peak.



Tuve que ir a conocerlo. (click)



No fue motivo de ningún paseo, pero no podía pasar por alto la documentación y diseminación de estas esculturas en la UNM.



Sí, forripilantes. Mi título personal es Travesti mexicano se gana el pan de cada día.

Miren esas manos.



Esos pezones tapa de botella.



Se vino finalmente el viaje a Chile. A unos minutos del aterrizaje, el Aconcagua.



El smog y la bruma matutina me dieron la bienvenida.



Por esos días andaba mi prima inglesa en Chile, de paseo y trabajo. La llevé a Calle Lira a pasear.



Mis amigos me llevaron a descubrir el Cerro Renca, uno de los varios cerros isla que irrumpen en la monotonía urbana de Santiago. (click)



Y el smog andaba pesado.



Resultó ser un buen lugar para ir, especialmente después de una lluvia, cuando la tierra estaba esponjosa y mis neumáticos se agarraban bien.



Rodrigo y su hermano, Daniel, quien más adelante venderia la moto. Músico de profesión, no podía arriesgar lastimarse las manos.



Ciertamente el pibe le daba fuerte a la moto.



En esos días había comenzado a leer acerca de las técnicas del HDR y el tonemapping, procedimientos algo tediosos que a veces podían producir nuevas formas de mirar escenas de otra manera aburridas.



Una de mis favoritas.



Un paseito a la Cuesta La Dormida con Constantino, pero en el auto.



Y otra ida al Cerro Renca.



Y otra.



Y otra. (click)



Una visita nocturna al departamento de David, en el centro.



Con Rodrigo nos tiramos al Cajón del Maipo, nieve y todo. (click)



Y con eso, se terminó el viaje a Chile. Al día siguiente de llegar, me tocó partir a Los Alamos, mi primer verano trabajando en el Los Alamos National Lab.



Y aquí, más o menos, está el resultado de ese verano.



No me quedé quieto durante ese tiempo, explorando por aquí y por allá.




Al norte.



Con los demás estudiantes internacionales de la UNM partimos a Taos. Dos noches en un albergue de la Hostelling International. Qué paseo!



El Pueblo de Taos, donde te afilan no sólo con entrada para pasearte por las calles de tierra, sino que, además, te cobran si quieres llevar cámara. Un asco.



Ah, a propósito. Por esos días también publiqué un artículo sobre cómo firmar tus fotos, como hago yo. No es para todos, pero al que le sirve, le sirve.

Llegó Octubre, y el Albuquerque International Balloon Fiesta trajo cientos de globos aerostáticos a la ciudad.



Y ese de dónde salió? Pues del globo de Darth Vader, naturalmente. Son belgas.



Un día tuve que conceder que el tener cámara en el celular realmente vale la pena.



Durante un buen tiempo no hice paseos, pero sí saqué algunas fotos.



De paseo urbano-fotográfico con Anisa, una amiga chilena que vive aquí.



Decoré mi cajita postal en el Departamento de Física en la U. En todo ese departamento, hay una sola persona desagradable y áspera, y es la que trata con más gente a diario. Sospecho que por obra suya este papelito desapareció al par de meses. Incluso su reemplazo, que decía The Great, sufrió similares consecuencias. Hay gente que pintaría el mundo con una brocha gris si tuvieran la oportunidad.



En el departamento de física no existe interruptor sin decoración. Al parecer fue proyecto de un estudiante de arte hace un tiempo. Son completamente sinsentido e incongruentes. Saben lo que es un Lissajous figure?



Publicaciones amarillentas de uno de los profesores, algunos con décadas encima.



Una pequeña fuente de agua.



Por fin tocó escaparme a Miami, para visitar a Constantino. Por esa época vivía a una cuadra de Lincoln Avenue, el paseo peatonal principal del South Beach. Lo interesante fue escuchar los idiomas que hablaba la gente al pasar. En orden de frecuencia: 1) argentino/uruguayo, 2) latino genérico, 3) inglés.



Leer en la playa. Qué lujo.



Ya de vuelta, una ida fallida a las montañas detrás de Santa Fe para ver los colores otoñales resultó en un encuentro insólito: un grupo de motociclistas sordos. Pasamos la tarde en una cabaña en el bosque tomando cerveza y conversando, tipeando en el celular de uno de ellos.



Prueba fehaciente de que la gente estúpida (o simplemente profundamente egoísta) abunda.



Ese año había tomado mi primero curso experimental, y había pasado tiempo en el laboratorio en Los Alamos. Para no quedarme de manos cruzadas al volver a Albuquerque al siguiente semestre, comencé a pololear a un profe belga, tomando un par de horas a la semana en uno de sus laboratorios con la idea de aprender cosas por aquí y por allá. La verdad es que la iniciativa no llevó a nada; luego del clima de precaución fundada y seguridad personal que existe en LANL, el laboratorio donde ofrecí mi ayuda no me dio confianza alguna. Tomó varios meses encontrar un par de gafas que yo pudiera usar para proteger mi vista de los láseres. Para entonces, honestamente, había perdido el interés.



Llegó Thanksgiving, y partí a Denver a visitar a Tom, el mismo que conocí en la Carretera Austral. Y le entregué su vaso de cerveza D'Olbek.



Ah, éste es Tom en su casa.



Cayó la primera nieve, hacía frío.



Y por fin llegó Diciembre, y pude viajar a Chile.



Un paseo con Alvaro sirvió como base para uno de los artículos más largos e introspectivos que he escrito hasta el momento.



Aproveché de usar mi nueva cámara, una Canon 450D.



La puse en una caja Pelican con relleno de espuma prepicada.



Ni vibraciones ni golpes afectarían la cámara.



Otro paseo al Embalse El Yeso, con Rodrigo.



Qué lindo, no?



De este paseo salieron varios fondos de panalla.



Nadie me pudo acompañar ese día, así que me fui solo a la Laguna Piuquenes.



Este viaje le llevé un montón de cosas a Camilo, porque se había comprado una TTR250. Me acompañó a Lagunillas.



Un paseito de Valparaíso a Ritoque no le hace mal a nadie!



Qué recuerdos..



Dio la casualidad que el rally anteriormente conocido como el París-Dakar ahora sería entre Argentina y Chile. No los vi corriendo, pero sí los pillé en su día de descanso.



Y falta solamente mencionar un último paseo de ese verano: la tercera ida a las Lagunas del Santuario. (click)



Y de ese paseo salió lo que es hoy mi fondo de pantalla.



En el 2008 cambiaron muchas cosas, y en general, para mejor. El paso que di hacia el lado experimental de la física fue un paso medio a ciegas, medio Luke Skywalker, pero escribiendo esto a mediados del 2009, sé que fue un paso certero.

Sigan atentos al resto de las aventuras del 2009 que falta por publicar!