La Serena, Parte 2A: Coquimbo y La Recova
Segunda parte, sección A de la sere de posteos sobre el viaje a La Serena de hace unos meses. Ve la primera parte si no la has visto ya.
A la mañana siguiente de la llegada, algunos emergimos de nuestras crisálidas, y reptamos hacia la luz y el aire fresco marino (algunos, también, gritamos como pterodáctilo al recibir un portazo de luz de sol directo en la cara y reptamos hacia la cabaña nuevamente).
Lo de las crisálidas no es exageración; a menos que el aire esté realmente tibio, cuando duermo en mi saco de dormir lo cierro por completo, hasta que sólo mi boca está frente a una pequeña apertura. De hecho, ofrezco la siguiente foto (tomada hace varios años) a modo de ilustración, aunque la intención original fue hacer una interpretación personal de un ano gigante:
Bueno, algo así. Cuando finalmente me aventuré al exterior, noté la urgente necesidad de colocar algo estabilizador en mi estómago. Imágenes tentadoras de café con leche y pan con manjar revoloteaban en mi cabeza, así que partimos con Ben (quien durmió en el porche de la cabaña, al aire libre, a lo machote) a buscar algún almacén abierto. Por la hora, no había nada. Demasiado temprano. Volví con los pterodáctilos royendo mi estómago a la cabaña.
Quería aprovechar el día al máximo; como era invierno, el sol se pondría alrededor de las 18:00, y quería recorrer el Valle del Elqui. Al volver a la cabaña, más personas se había despertado, y con FuturoAs, Ben y DreamT, partimos a buscar desayuno en alguna parte.
La búsqueda del desayuo se convirtió en un paseo matutino por Coquimbo, y mi estómago gruñía como un segundo tubo de escape de la XR. A lo lejos, la Cruz del Milenio.
No sé si todavía está, pero hace unos años, y en repetidas ocasiones, recuerdo haber visto un cartel publicitario gigante a la salida de Coquimbo hacia el sur. Decía: "¿CUÁN GRANDE ES SU FE? FONO DONACIONES CRUZ DEL MILENIO". Sí, en serio. Un asco.
No subimos. Hace años subí con mi entonces pareja (una drogo aproblemada, pero esa fue otra vida) y fue una experiencia interesante, pero nunca me he sentido cómodo cuando se mezcla la religión con el dinero (y la fé queda desplazada). Al contrario de muchos templos que han sido construidos a lo largo de la historia humana, esta cosa no tiene el más mínimo aire de templo, más bien el de un pissing match religioso contra nadie en particular. Ahora bien, si dejamos de lado todo ese aspecto humano, el concepto ingenieril de colocar una torre gigante sobre un morro en una ciudad como Coquimbo me gustó mucho.
Bajamos, y seguimos dando vueltas. El grupo se dividió en dos en un disco Pare o algo así. En fin, con FuturoAs e hijo nos detuvimos tranquilamente para apreciar la vista en un pequeño mirador.
Tarde o temprano nos volvimos a encontrar con los demás, y llegamos a la Recova de La Serena. Yo no estaba muy convencido por el menú, así que pedí algo inocuo y que ciertamente no podría verse influenciado de sobremanera por la posible crapulencia del local (vocablo spanglish al 100%). Ben, en cambio, pidió un churrasco palta, o algún sandwich similar. Yo ya había terminado mi sandwich, cuando siento un movimiento brusco al lado mío. "A la mierda con esto! Este es el peor churrasco que he comido en mi vida!" exclamó, y sin más se deshizo de el infeliz trozo de carne, el cual, en su corto viaje aéreo hacia un destino que no puedo divulgar, lució a la luz del sol sus relucientes vetas de nervios y grasa.
Yo necesitaba comprar un poco de masking tape, porque la parte delantera de la piel de oveja se levantaba al ir en carretera. Fui al supermercado, y me atendío una chica que sólo puedo describir como la Britney Spears chilena. Quedé impactado. Volví a la mesa, me senté, y le di las coordenadas a Ben: "Caja 12, lado poniente, Britney Spears chilena. Go! Go! Go!". El mantel se movió levemente en la estela aerodinámica del ahora ausente Ben. Yo bajé a arreglar lo de la montura, y pronto los demás llegaron también. Era hora de partir hacia el Valle del Elqui.
No te pierdas el siguiente episodio: La Serena, Parte 2B: Valle del Elqui!
A la mañana siguiente de la llegada, algunos emergimos de nuestras crisálidas, y reptamos hacia la luz y el aire fresco marino (algunos, también, gritamos como pterodáctilo al recibir un portazo de luz de sol directo en la cara y reptamos hacia la cabaña nuevamente).
Lo de las crisálidas no es exageración; a menos que el aire esté realmente tibio, cuando duermo en mi saco de dormir lo cierro por completo, hasta que sólo mi boca está frente a una pequeña apertura. De hecho, ofrezco la siguiente foto (tomada hace varios años) a modo de ilustración, aunque la intención original fue hacer una interpretación personal de un ano gigante:
Bueno, algo así. Cuando finalmente me aventuré al exterior, noté la urgente necesidad de colocar algo estabilizador en mi estómago. Imágenes tentadoras de café con leche y pan con manjar revoloteaban en mi cabeza, así que partimos con Ben (quien durmió en el porche de la cabaña, al aire libre, a lo machote) a buscar algún almacén abierto. Por la hora, no había nada. Demasiado temprano. Volví con los pterodáctilos royendo mi estómago a la cabaña.
Quería aprovechar el día al máximo; como era invierno, el sol se pondría alrededor de las 18:00, y quería recorrer el Valle del Elqui. Al volver a la cabaña, más personas se había despertado, y con FuturoAs, Ben y DreamT, partimos a buscar desayuno en alguna parte.
La búsqueda del desayuo se convirtió en un paseo matutino por Coquimbo, y mi estómago gruñía como un segundo tubo de escape de la XR. A lo lejos, la Cruz del Milenio.
No sé si todavía está, pero hace unos años, y en repetidas ocasiones, recuerdo haber visto un cartel publicitario gigante a la salida de Coquimbo hacia el sur. Decía: "¿CUÁN GRANDE ES SU FE? FONO DONACIONES CRUZ DEL MILENIO". Sí, en serio. Un asco.
No subimos. Hace años subí con mi entonces pareja (una drogo aproblemada, pero esa fue otra vida) y fue una experiencia interesante, pero nunca me he sentido cómodo cuando se mezcla la religión con el dinero (y la fé queda desplazada). Al contrario de muchos templos que han sido construidos a lo largo de la historia humana, esta cosa no tiene el más mínimo aire de templo, más bien el de un pissing match religioso contra nadie en particular. Ahora bien, si dejamos de lado todo ese aspecto humano, el concepto ingenieril de colocar una torre gigante sobre un morro en una ciudad como Coquimbo me gustó mucho.
Bajamos, y seguimos dando vueltas. El grupo se dividió en dos en un disco Pare o algo así. En fin, con FuturoAs e hijo nos detuvimos tranquilamente para apreciar la vista en un pequeño mirador.
Tarde o temprano nos volvimos a encontrar con los demás, y llegamos a la Recova de La Serena. Yo no estaba muy convencido por el menú, así que pedí algo inocuo y que ciertamente no podría verse influenciado de sobremanera por la posible crapulencia del local (vocablo spanglish al 100%). Ben, en cambio, pidió un churrasco palta, o algún sandwich similar. Yo ya había terminado mi sandwich, cuando siento un movimiento brusco al lado mío. "A la mierda con esto! Este es el peor churrasco que he comido en mi vida!" exclamó, y sin más se deshizo de el infeliz trozo de carne, el cual, en su corto viaje aéreo hacia un destino que no puedo divulgar, lució a la luz del sol sus relucientes vetas de nervios y grasa.
Yo necesitaba comprar un poco de masking tape, porque la parte delantera de la piel de oveja se levantaba al ir en carretera. Fui al supermercado, y me atendío una chica que sólo puedo describir como la Britney Spears chilena. Quedé impactado. Volví a la mesa, me senté, y le di las coordenadas a Ben: "Caja 12, lado poniente, Britney Spears chilena. Go! Go! Go!". El mantel se movió levemente en la estela aerodinámica del ahora ausente Ben. Yo bajé a arreglar lo de la montura, y pronto los demás llegaron también. Era hora de partir hacia el Valle del Elqui.
No te pierdas el siguiente episodio: La Serena, Parte 2B: Valle del Elqui!
11 Comments:
qué nostalgia con esto del "campear".
el valle del elqui me lo conocí bien, pero no precisamente en aco de dormir.
muac.
Qué fea esa cruz del milenio!!!!!!
Que horror! mataste a una ovejita y luego la follaste! maligno! no a la utilizacion de animales! malo malo! te odio!
Lobata: Sí, sí.
d.
Britney Chilena :S!
Yo busco la parafina... Quién trae los fósforos???
Maga: No! Te equivocas, era un amor, seguro que no tiene nada que ver con esa otra.
d.
Esta bien... ejemm, cof cof...
**Maga saca un megáfono**
Populus!! Atención!!! Aborten Misión, repito, Aborten Misión!!!
:)! jeje
Hola Mr D. sabes que entiendo a la perfeccion lo del olor a cigarro.. hasta a mi que fumo me apesta.. pero tambien me apestan los curados.. los que provocan accidentes por exceso de alcohol.. y cual es que hacen una ley severa con eso????? nada... y no ando en buenos dias tampoco asi que odio a todo el mundo jejejejejejeejeje
Preciosas tus fotos!!!!! no lei nada de lo que escribiste :$ pero lo hare.. ;) besinis.. ciau ciau
De casualidad llegué a esta página y cuando vi tu viaje a La Serena, me vinieron a mi cabeza recuerdos de mi viaje desde el Paso de Aguas Negras. Me gustó mucho El Valle de Elqui, La Serena y Coquimbo, y por supuesto toda la gente de ese lugar que nos trataron maravillosamente. Quedé enamorado de Chile y toda su gente. Un abrazo.
Estimado anónimo,
Me alegro que te haya traído buenos recuerdos.
Saludos,
d.
que bellas fotos tomáste!! te felicito por querer conocer chile, sabes? a veces uno no sabe pasear y gasta plata en cosas que no tienen valor...pero tu con tu moto
eres libre...
le achuntáste
me encanto tu blog
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