Algunos Caminan Sobre El Agua, Yo Me Contento Con Andar En Moto Sobre La Nieve
Este posteo ya está ridículamente atrasado!
Por algún motivo tenía las fotos ya separadas y ordenadas en iPhoto, pero no las había publicado. En realidad eso es cierto de otros tres posteos antiguos, y unos cuantos nuevos...
En fin. Hace ya varios meses, en pleno invierno, decidimos ir a dar una vuelta a Farellones. Jare con su nueva y monstruosa Katana 600, Jano con su no tan recientemente adquirida XT225, y los demás en sus respectivas motos.
Lo que recuerdo claramente es que era un día gris, y ustedes probablemente saben ya cómo detesto los días grises. Sabían cómo se producen los días grises? Pues yo les contaré: se producen en la entrenalga de los dioses. En serio.
No me creen?
Son unos incrédulos.
Bueno, en fin. El asunto es que al rato estábamos andando entre la nieve, y eso sí que era una sensación grata.
Jare, feliz con su nueva moto:
Pato Wein y Paula, la acompañante más abrigada de todo Chile,
Jare, el sicario:
Pata Wein, la némesis de Jare (con termo de café incluido -- las tazas se venden por separado):
Sí, cerveza con ese frío.
Fríoooooooooo!
Stavor prueba su fuerza superhumana:
Los demás eligieron volver, y yo decidí seguir hasta Valle Nevado. Volvieron porque dijeron que seguramente habría nieve más adelante, y así fue.
Pese a lo que pensé que pasaría, pude andar lentamente sobre la nieve, la cual no tenía mucha profundidad. Eso sí, detenerse y volver a partir era casi imposible. La rueda trasera patinaba muy fácilmente.
Cada vez más nieve, cada vez más hielo, y en una de las últimas curvas antes de Valle Nevado, me topo con un camión que se había deslizado hacia atrás y contra la ladera del cerro. Menos mal que no se fue hacia el otro lado, hacia la caida. Había una especie de tractor gigante amarillo, seguramente usado también como removedor de nieve, con ruedas gigantes, envueltas en una malla de eslabones metálicos, que tiraba al camión con una cadena, y logró sacarlo.
Me devolví ahí mismo, porque la tracción no era suficiente siquiera como para partir, así que tuve que dar vuelta la moto desmontado y apuntarla cuesta abajo.
De vuelta, el frío me entumecía las manos.
Y con eso, volví a Santiago.
Por algún motivo tenía las fotos ya separadas y ordenadas en iPhoto, pero no las había publicado. En realidad eso es cierto de otros tres posteos antiguos, y unos cuantos nuevos...
En fin. Hace ya varios meses, en pleno invierno, decidimos ir a dar una vuelta a Farellones. Jare con su nueva y monstruosa Katana 600, Jano con su no tan recientemente adquirida XT225, y los demás en sus respectivas motos.
Lo que recuerdo claramente es que era un día gris, y ustedes probablemente saben ya cómo detesto los días grises. Sabían cómo se producen los días grises? Pues yo les contaré: se producen en la entrenalga de los dioses. En serio.
No me creen?
Son unos incrédulos.
Bueno, en fin. El asunto es que al rato estábamos andando entre la nieve, y eso sí que era una sensación grata.
Jare, feliz con su nueva moto:
Pato Wein y Paula, la acompañante más abrigada de todo Chile,
Jare, el sicario:
Pata Wein, la némesis de Jare (con termo de café incluido -- las tazas se venden por separado):
Sí, cerveza con ese frío.
Fríoooooooooo!
Stavor prueba su fuerza superhumana:
Los demás eligieron volver, y yo decidí seguir hasta Valle Nevado. Volvieron porque dijeron que seguramente habría nieve más adelante, y así fue.
Pese a lo que pensé que pasaría, pude andar lentamente sobre la nieve, la cual no tenía mucha profundidad. Eso sí, detenerse y volver a partir era casi imposible. La rueda trasera patinaba muy fácilmente.
Cada vez más nieve, cada vez más hielo, y en una de las últimas curvas antes de Valle Nevado, me topo con un camión que se había deslizado hacia atrás y contra la ladera del cerro. Menos mal que no se fue hacia el otro lado, hacia la caida. Había una especie de tractor gigante amarillo, seguramente usado también como removedor de nieve, con ruedas gigantes, envueltas en una malla de eslabones metálicos, que tiraba al camión con una cadena, y logró sacarlo.
Me devolví ahí mismo, porque la tracción no era suficiente siquiera como para partir, así que tuve que dar vuelta la moto desmontado y apuntarla cuesta abajo.
De vuelta, el frío me entumecía las manos.
Y con eso, volví a Santiago.
6 Comments:
me encantó la foto de las cervezas!!! Podrias lucrar con ella en la CCU... Piénsalo :P!
P.D: No me agrada mucho la cerveza... pero la puedo copiar para ponerla en msn solamente???
Que tengas un hermoso día!
Oye y puedes motoquear en el punto triple?
¿ Asi que tenias frio?, mm.. y no me avisaste para ir a abrigarte :P
Besitos... me imagino que la pasaste super..
si, seguira cuando lo retome (o cuando tenga luz nuevamente en casa espero que sea pronto)
por mientras confinada a postear en un cyber...
pero en todo caso, no sera solo de peliculas, tambien de libros y musica...
en mi vida hay un poco de todo, en el arte hay un poco de todo, no?
saludos!
ok. en una cosa estamos de acuerdo.
France Gall es la cagada.
esa nieve me recuerda que pronto yo comer[e de ella/.
Que envidia jajaja y yo estaba re contento de haber llegado hasta por ahí en mi scooter..
Saludos
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