Torres y Cerros
Combatiendo el aburrimiento de sábado por la tarde, decidí salir a dar una vuelta. Los caminos de tierra de la 8ª Región me tentaban con su recuerdo, pero aquí en la capital es más difícil encontrar lugares adecuados.
Subí por General Blanche, y llegué la sede de la universidad (" ") que se enorgullece en ofrecer la carrera de Administración y Servicio, donde las niñitas de las familias chilenas más conservadoras aprenden a servir bien a su hombre.
Un poco más allá, al final del camino que sirve de acceso a un condominio en construcción, encontré una pasada a los cerros. Era libre!
Seguí una huella de bicicleta, y me topé con un bajo muro de piedras. Alguien había hecho una pasada, y traté de pasar con la moto, tomándolo muy muy delicadamente, pero el pedal de freno no cabía por milímetros y no quería arriesgarme a doblarlo.
Di una vuelta más amplia, y a 50 m había una pasada abierta, suficientemente ancha como para que pasara un auto. Así que seguí el camino, y eventualmente llegué a una huella de servicio para las torres de alta tensión. Aquí saqué una panorámica (click en la imagen para la versión grande).
Y para mi sorpresa, dos parapentes volando en las corrientes ascendentes.
Bajé, y pasé un buen rato recorriendo caminos por donde una bicicleta tendría dificultad en pasar. En realidad tengo dificultad en recordar que estoy sobre una moto de 130 kg; cuando me meto en estos terrenos, recuerdo mis paseos en mountain bike y simplemente le doy. El problema es que si bien una moto te permite arrollar un arbusto cuando no hay pasada, y además subir por pendientes por donde sólo el más atlético intentaría subir, hay que recordar que: 1) Detrás de este arbusto probablemente haya otro, y otro, y ahí te quiero ver cuando te quieras dar la vuelta y regresar, y 2) Por donde se sube, generalmente se debe bajar, cosa no tan fácil. Estos problemas han sido afrontados exitosamente por los especialistas expertos, pero es importante señalar que no soy ni especialista ni experto.
Entre todas estas vueltas, me topé con algo completamente inesperado, en medio de los árboles y arbustos:
Al final de todo, lo pasé bien, y lo único negativo fue el tener las botas llenas de semillas puntiagudas.
Subí por General Blanche, y llegué la sede de la universidad (" ") que se enorgullece en ofrecer la carrera de Administración y Servicio, donde las niñitas de las familias chilenas más conservadoras aprenden a servir bien a su hombre.
Un poco más allá, al final del camino que sirve de acceso a un condominio en construcción, encontré una pasada a los cerros. Era libre!
Seguí una huella de bicicleta, y me topé con un bajo muro de piedras. Alguien había hecho una pasada, y traté de pasar con la moto, tomándolo muy muy delicadamente, pero el pedal de freno no cabía por milímetros y no quería arriesgarme a doblarlo.
Di una vuelta más amplia, y a 50 m había una pasada abierta, suficientemente ancha como para que pasara un auto. Así que seguí el camino, y eventualmente llegué a una huella de servicio para las torres de alta tensión. Aquí saqué una panorámica (click en la imagen para la versión grande).
Y para mi sorpresa, dos parapentes volando en las corrientes ascendentes.
Bajé, y pasé un buen rato recorriendo caminos por donde una bicicleta tendría dificultad en pasar. En realidad tengo dificultad en recordar que estoy sobre una moto de 130 kg; cuando me meto en estos terrenos, recuerdo mis paseos en mountain bike y simplemente le doy. El problema es que si bien una moto te permite arrollar un arbusto cuando no hay pasada, y además subir por pendientes por donde sólo el más atlético intentaría subir, hay que recordar que: 1) Detrás de este arbusto probablemente haya otro, y otro, y ahí te quiero ver cuando te quieras dar la vuelta y regresar, y 2) Por donde se sube, generalmente se debe bajar, cosa no tan fácil. Estos problemas han sido afrontados exitosamente por los especialistas expertos, pero es importante señalar que no soy ni especialista ni experto.
Entre todas estas vueltas, me topé con algo completamente inesperado, en medio de los árboles y arbustos:
Al final de todo, lo pasé bien, y lo único negativo fue el tener las botas llenas de semillas puntiagudas.